Después de una angustia cotidiana, producto de muchas cosas, ayer tuve una zarpada sensación de alegría. Este señorito tiene un anillo con mi nombre y la fecha de noviazgo. Y yo, tengo uno con su nombre puesto en mi mano izquierda con su nombre y fecha de noviazgo.
Y pensar que yo ya tenía planeado bajarme, tomarme un taxi y dignarme a llorar como yegua.
Qué lindo que sos Psomas. Te amo. Más que nada porque me diste el anillo el día que pelé hamburguesa en cine. Superaste la prueba de la verguenza ajena, sos hermoso.
1 comentario:
le hago el aviso oficial si quiere, de mi blog.
un abrazo
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