Bueno bueno, reconozco que pintó la nostalgia.
Mitad contenta, mitad nostálgica (para mi sorpresa, porque no soy ese tipo de personas)
MI lugar, pasa a ser de otra persona, de otra familia y va a seguir guardando historias, como la mia. Un lugar donde viví momentos tan lindos, donde me sentía la reina, unas cuatro paredes que cumplieron una década con mi presencia desde mis 8 años. 10 años en los que ese lugar fue mi escape de Tierra por un rato. Donde pasé por cosas tan lindas, como cosas tan feas, teniendo en cuenta que los 3 habiamos llegado esperanzados con una vida familiar continua. Fue el espacio donde los 3 volvimos a estar unidos después de su separación de 4 años.
Recuerdos como flashes, entre ellas, mi comunión, su separación a mis 14 años, mi primer novio, infinitas charlas con amigas, mi intento frustrado de ser jugadora de hockey profesional, mi primer show de árabe, el nacimiento de mi ahijada, mi viaje de egresados de 7mo, mis 15, etc etc etc Y MAS ETC.
Aclaración un tanto berreta: no me gusta hacer este tipo de textos, tienen una dosis altisima de una palabra denominada: cursi.
Sigamos. La verdad es que esa ventana la extraño, y la voy a extrañar siempre, porque a pesar que estaba un tanto alejado de la "civilización", ese lugar me hizo vivir momentos inolvidables y quizá seré una persona que no le guste tanta civilización y prefiera una linda ventana con una hermosa vista como la del Ceibo. Y a la vez estoy contenta, porque ese lugar dejó de ser mio para poder empezar otra etapa de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario