Ética
En este ensayo analizaremos la película “No matarás”, a la Ley, y a los dos autores Aristóteles y Kant.
Introduciéndonos en lo que es la “ética”, supimos que ésta se preguntaba “¿Qué es un modo de actuar justo?”, y lo primero que salió fue “LA LEY ES EL SÍMBOLO DE LA JUSTICIA”, sin embargo, dejamos la duda abierta, y por eso vimos la película y analizamos a estos autores.
La película vista, “No Matarás” comienza con unas definiciones de lo que sería la LEY, dichas por un abogado: “la ley no puede reproducir a la naturaleza”, es decir, no puede imitarla, ya que la ley es una creación netamente del hombre, y la otra dice que “la ley está hecha para regir la interacción entre los hombres y mejorar la convivencia de los mismos, debe hallar límites para las conductas humanas”. La película pone en cuestión la condena de un chico que asesina a un hombre. Por el asesinato a este hombre, se lo condena a pena de muerte. Entonces, ¿es justo que se lo condene a muerte?
Como dijimos antes, la ley no debería imitar a la naturaleza, sino limitar la conducta del ser humano. La pena de muerte es el máximo castigo, sería “pagar con la misma moneda”, un castigo, un sinónimo de venganza. Pero, la venganza parecería ser un impulso humano, la sensación de que la otra persona pague por lo que hizo, un sentimiento PASIONAL, un modo de actuar animal. Lo que sabemos, es que el hombre se diferencia del resto del Reino Animal, por el uso de la razón. Sin embargo, al ser este un sentimiento pasional que incluimos en nuestra ley (basada en la RAZÓN), ¿no parecería que la ley se contradice? Es decir, la ley nos prohíbe matar, pero en un caso como este, la ley misma mata. La ley contempla la pena de muerte pero tendríamos que pensar, si es una “resolución fácil para el problema” o si realmente sirve para “limitar” a las personas en cuanto a sus actos. Yo creo que la pena de muerte no es más que una resolución rápida, pero que el problema no se resuelve, y que, al matar al individuo, no se recupera. ¿Y quién es el autor de nuestra ley?, Cuando se toma “venganza”, ¿quién se venga de quién? ¿Quién lo castiga?, ¿QUIÉN HACE LA LEY? Tanto en la Declaración de la Independencia, como en el Preámbulo de la Constitución Nacional, el texto está escrito de forma tal que dice “NOS, los representantes…” Sin embargo, ¿nos representa a todos? ¿Por qué lo que escribe un “alguien” de lo que es justo tiene que ser justo para todos? Al saber todo esto, parecería que la ley no es una fuente útil ni suficiente para determinar qué es justo y qué no. Es por eso que analizaremos a los autores.
Como antes fue mencionado, el hombre es mitad razón, mitad pasión. La razón pone freno a la pasión, a los impulsos de los seres humanos. De esto habla Aristóteles. Dice que a la hora de actuar la razón es la que nos permite distinguir el JUSTO MEDIO. Es decir, no hay que NO usar algo, pero tampoco abusar de ello. No es bueno ningún extremo. No hace bien comer a cuenta gotas, pero también hace mal comer sin control. Deberíamos comer sanamente lo necesario. Imitar al HOMBRE PRUDENTE, el modelo a seguir, el que usa su razón frecuentemente. Y, el punto máximo, lo mejor que podría pasar sería llevar una “vida contemplativa”, pero sólo los Dioses tienen acceso, ya que es el uso neto de la razón, sin pasiones en el medio. Es por eso, que se nos hace tan difícil encontrar el Justo Medio, por la existencia inevitable de las pasiones.
Analicemos a Kant. Este autor explica que es necesario encontrar una forma de actuar sólo utilizando la razón, ya que es lo característico del hombre), dejar las pasiones de lado. Habla de que al momento de hacer algo, ponemos en práctica una ley, que el la denomina MAXIMA. Pero, ¿Cómo saber que lo que hacemos es justo? Entonces aquí aparece su Ley, el “Imperativo Categórico”. De esta ley explicaremos dos postulados:
1. “Actúa de modo tal que la máxima de tu acción pueda ser considerada Universal”. Debemos actuar por el DEBER mismo, dejando al egoísmo de lado y sin pasiones de por medio. Por ejemplo: si hay una vida en riesgo, deberíamos salvarla por el hecho de que es un ser humano en peligro. No deberíamos no salvarla porque no tiene relación con nuestra vida, o por el contrario, en otro caso, no deberíamos salvarla por algún interés personal para con esa persona.
2. “Actúa de modo tal que el otro no sea sólo un medio sino también un fin”. Es decir, no usar a las personas sólo para nuestro beneficio, sino también para que le sea útil a esa persona. Por ejemplo: Si yo ayudo a alguien con una materia, no lo hago para que esa persona me de algo a cambio, sino porque se que esa persona necesita mi ayuda y quiero darle mi ayuda.
Entonces, en la película se plantean esas definiciones de ley. Pero la pena de muerte es un castigo que termina siendo una venganza y la venganza es un sentimiento pasional. Y, si la ley debería ser netamente racional, ¿Cómo puede ser que la pena de muerte sea un hecho legal cuando contempla la recuperación del delincuente? Ahí es donde nos encontramos con la contradicción, la ley propone no matar, pero termina matando por venganza. Y, teniendo en cuenta los postulados de Kant, si hacemos a la pena de muerte una ley universal (según su primer postulado), el mundo seria un caos invadido de sentencias de muerte.
delirar con sebas en esas clases de terraza
1 comentario:
ee bienvenida al mundo de los blogger, flogger abstenerse. Besito ^^
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