domingo, 14 de diciembre de 2008

Sensibilidad en aumento

Miré los últimos 60 minutos de la película Armageddon en TNT. Como un buen llanto brunellesco, tuve que agarrar la colcha, morderla y empeparla de mis gotas saladas. Me pasa igual que con Titanic. Sé qe se va a morir el protagonista, sé de qué manera termina la historia, y me es inevitable no ponerme nerviosa en los momentos de tensión. Es como si tuviese la esperanza de que estoy viendo la versión con el final feliz. Igual que con el cierre del año. Un final feliz sería que el eyelen abra la Eyelen University of Argentina. Yo voy a la EUA, vos?

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