Todas estamos acostumbradas al desagradable gemido/piropo fuera de lugar/guasada descolocante de los hombres al pasar. Pero hay cosas y cosas. Que un viejito que PUEDE SER MI ABUELO, se me acerque y me diga algo ordinario, no lo tolero. Y pienso, son tan creativos para decir esas asquerosidades que podrían usar esa creatividad para no convertirse en esas personas tan desagradables que son. Pero peor aún, cuando una viene en su mundo, con mal humor y algún viejo caliente te hace un gemido tipo "aaaaaarjjjj" cerca tuyo, me repugna. O cuando te chistan CH CH CH, como si fueses un perro, o como si fueses a darte vuelta e ir a donde te "están llamando". El sábado estaba mirando vidrieras, y me compré un insignificante alfajor bon o bon. No faltó el viejo impotente que me dijo: a ver cómo mordés (con un tono de voz pre-eyaculatorio) Entonces me hinché los huevos, me detuve y le dije QUÉ ASCO. No sé si estuve bien, si estuve mal, pero me convertí. Me hubiese gustado ser HULK y revolearlo. Porque no estoy insinuando nada. Que te comas por la calle una banana, te tomes un helado, tengas un chupetín, un pancho, o cosas así, es más como "entendible" que se calienten. Pero UN ALFAJOR!! Me superó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario