martes, 9 de noviembre de 2010

Bajar la cabeza

Pareciera como si todo encajara perfectamente. Como si hubiera alguien que me está poniendo un freno y dándome una señal que afloje un poco con las cosas que pienso y maquino. Como si quisieran que de una vez por todas baje un cambio para que no me afecten tanto las cosas, y no me influyan en mi estado de ánimo. Como si quisiesen que aprenda que no todo es tan grave y muchas veces las cosas no son lo que parecen.
No escuchar las dos campanas juega en contra, pero si no tengo trato con una campana, ¿cómo puedo saberlo, preguntando?
Una vez más las cosas me demuestran que no siendo impulsiva me va mucho mejor.

No hay comentarios: