viernes, 29 de enero de 2010

Saco la cuenta y a restar

Hay situaciones que te hacen recapacitar, son las situaciones de las que uno debería aprender. Ojalá fuera tan fácil y el tiempo no diera tanto lugar al perdón. Así uno evitaría darse la cabeza tantas veces contra la pared y volver a sentirse mal como aquella vez anterior que dijiste: NUNCA MÁS. Pero como siempre, al menos yo, vuelvo a caer y a repetir una vez más ese famoso nunca más. Lo rescatable de estas situaciones es que uno piensa en las personas más cercanas en ese momento de angustia, que uno sabe que están ahí hasta para atenderte el teléfono a las 4 de la mañana y sin reproches. Esas personas que sienten que tu problema, es su problema. Yo igual intento decir las cosas con paciencia, y bien. Pero hay cosas y cosas. Hay cosas que no se hacen, ni siendo amiga, ni siendo conocida, ni siendo rencorosa. Nose, yo me pongo en el lugar de la otra persona y jamás se me ocurriría, pero jamás. No se que onda, ¿qué se te tiene que pasar por la cabeza para hacer algo así? Si me decís que no te conozco y no te banco, OK. Sos un toque mala, pero bueno. Pero hello, pensé que había algo de amistad y algo de razón, y un poco de corazón también. Estoy cansada de perdonar y sentir que a mi tienen que ser los perdones. Pero ahora somos dos. Y ruego tener fuerzas para ganarle al tiempo y que esto no quede como si nada. Ok, me mandé un moco, pero "no me tendría que haber jodido por pelotuda" y llegar a este límite, no era necesario.

No hay comentarios: